“En Infraestudio la ficción es suficiente”: conversación con Fernando Martirena

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Fernando Martirena (FOTO Instagram de Fernando Martirena )

El estudio de arquitectura Infraestudio, radicado en La Habana desde enero de 2016, presentó el pasado 13 de marzo en el Taller Chullima (calle 6, #905, entre 9 y 11, Playa) una muestra de sus proyectos de arquitectura, obras de arte, proyectos curatoriales y libros manufacturados. Este evento es el último de una serie de open studio que ha estado sucediendo, como parte de una Semana de la Arquitectura organizada por Fernando Martirena y Orlando Inclán.

A propósito de nuestra visita a Chullima, Fernando Martirena, cofundador del proyecto Infraestudio junto a Anadis González y David Medina, habló sobre su fundación, el trabajo que realizan y los retos de la disciplina en Cuba.

¿Cuándo surge Infraestudio y qué contexto lo propicia?

Hace unos diez años se introdujeron cambios económicos en Cuba. Los nuevos negocios privados comenzaron a emerger e inició un nuevo encargo que no existía antes, y para eso hay una necesidad de arquitectos. Por esta demanda surgieron varios estudios de arquitectura. Infraestudio nació en ese contexto hace cuatro años.

Fernando se refiere a casos como el de Albor Arquitectos, cofundado en Cienfuegos en 2010 por Carlos Manuel González Baute y Alain Rodríguez Sosa (a quienes se asociaron luego Camilo José Cabrera Pérez y Merlyn González García); o el de Apropia Estudio, de Elisabetta Alè (con Hayder Valdivia & Co.), creado en 2015 en La Habana; o el de Architectural Visualization Studio, fundado por David Labrador, pionero en la capital en el renderizado o la representación de proyectos.

Cuéntame de esta Semana de la Arquitectura. ¿Cuán alternativa podría considerarse?

Nosotros no trabajamos para el Estado porque no hay una ley que nos lo permita. Trabajamos sobre todo para encargos privados. Por eso, en parte, decidimos hacer una Semana de la Arquitectura paralela a la que promueve la UNAICC (Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba) en el Colegio de Arquitectos. Sin embargo, hay que aclarar que no somos su contrapráctica. No somos enemigos; simplemente tenemos diferentes clientes. De hecho, como parte de las actividades de nuestra Semana de la Arquitectura organizamos charlas en la sede de la UNAICC.

Además de estas charlas, el otro gran atractivo ha sido la posibilidad de ver los estudios por dentro, de conocer su trabajo.

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Sí. Ahora todos los estudios del país nos estamos reuniendo. Uniendo. Para esta Semana contamos con aquellos que quisieron abrir sus puertas al público para explicar lo que hacían. Como ves, en el caso de Infraestudio, no hay una intención curatorial, no es una exposición: se trata simplemente de poner sobre la mesa lo que hemos estado haciendo durante los últimos cuatro años.

Al preguntarle sobre qué es lo que particulariza a Infraestudio responde:

Quizá que tenemos una relación bastante estrecha con el arte y la literatura. Producimos bastantes piezas de arte contemporáneo como práctica discursiva y nos involucramos a nuestro modo con el mundo del libro.

Por eso, hace aproximadamente un año crearon una editorial independiente que se llama Ediciones Infraleves. Con ella Infraestudio decidió expandir sus proyectos: maquetas, impresión de dibujos digitales, libros hechos a mano. Libros que son ellos mismos obras arquitectónicas, obras de arte.

En Infraleves producimos una serie de libros hechos por nosotros. Un tipo de libro que se acerca más al libro de artista: ediciones muy cortas, de dos o tres ejemplares, no más. Los exhibimos sobre todo en galerías. Los exhibimos como esculturas, como instalaciones. Entendemos que, aunque la arquitectura es el tema, el producto no tiene que ser necesariamente arquitectónico.

El producto es necesariamente arquitectónico. Sólo que posee otras arquitecturas.

Sí, pero lo que quiero decir es que, en la arquitectura, no sólo en Cuba, sino también en el mundo entero, lo que se construye es muy poco de todo lo que se piensa. Como se construye un porciento muy pequeño, entonces casi todo lo que se diseña queda en ficción, y nosotros creemos que la ficción es suficiente. La ficción tiene su propia narración y materialidad, a través de un dibujo, un libro, una historia. La arquitectura está todo el tiempo generando ficciones. Por eso es que los proyectos –proyectos típicos en que un cliente viene y nos pide algo– generan algo más que después se convierte en pieza. Lo que estamos presentando aquí en Chullima es una combinación de eso.

¿Presentan procesos?

Procesos, pero que son también, pudiéramos decir, productos finales. Es nuestra colección de proyectos. La mayoría de las imágenes que vemos no son ni renders ni dibujos arquitectónicos. Son unos collages que se acercan más al mundo de las artes visuales. Lo que mostramos es una combinación de maquetas, esculturas, libros, dibujos: todos los residuos que han generado nuestros proyectos artísticos arquitectónicos de los últimos cuatro años.

¿Cómo ve Fernando Martirena el panorama actual de la arquitectura en Cuba?

Hay un nuevo grupo de arquitectos en Cuba que está intentando modificar la situación actual, sobre todo con el tema de la autoría. La autoría es un tema que se ha perdido en la arquitectura cubana desde los setenta y que este grupo está intentando recuperar. Está no sólo intentando hacer una arquitectura de autor, algunos, una arquitectura nacional, sino también una arquitectura para encargos, para paisajes muy específicos.

¿Se podría considerar elitista el trabajo que hacen?

Aún sí, porque se desarrolla en el sector privado, y esa es una de las cosas que no creo que sea del todo positiva. Pero creo que cuando logremos trabajar en la vivienda social, en espacios públicos, muchísimos de nosotros estaríamos encantados de trabajar para la sociedad.

Pero para eso se necesita un marco legal que lo propicie.

Un marco legal que está en proceso. ¿En cuál? No le puedo decir algo específico. Hemos tenido bastantes conversaciones con la UNAICC, con la UNEAC. Pero es un proceso complejo, que yo ni siquiera entiendo, realmente.

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