Los momentos de crisis, como este por el que atraviesa hoy el mundo entero a causa de la pandemia del coronavirus, son propicios al juicio –ese es, de hecho, el sentido etimológico de crisis— de todos los sectores de la realidad, incluso de aquellos que no están en principio directamente vinculados con los campos de la virología o la epidemiología.
Así, no son infrecuentes en los medios de prensa las reflexiones sobre la función y el objeto de las artes contemporáneas (como las del escritor español Antonio Muñoz Molina, que las acusa a todas, desde la novelística a la fotografía, de narcisismo, y a todas les exige que resuciten su capacidad de “abarcar la magnitud devoradora del desastre” que se cierne sobre nuestro presente), o las asociaciones que enmarcan la circunstancia actual con antecedentes culturales relativos a epidemias o confinamientos (la cámara de escritura forrada en corcho de Proust, la pintura de la desolación de Edward Hopper, el implacable pensamiento de consolación de los antiguos estoicos, La peste de Camus, el Decamerón de Boccaccio…)
Por si esto fuera poco, abundan también en medios de comunicación y redes sociales los saludables reclamos a canalizar el aburrimiento y la ansiedad derivados de la cuarentena en la contemplación, según el temperamento y las pretensiones culturales de cada cual, de monumentos artísticos en serie: las dos partes de El Quijote o la trilogía de El Padrino o la tetralogía de El anillo del nibelungo o las cinco temporadas de Breaking Bad.
Y he aquí que en estos días resulta más fácil –y más económico– el acceso desde el hogar a obras como estas, ya que instituciones artísticas y plataformas de todo el mundo ponen gratuitamente a disposición de los usuarios una enorme variedad de contenidos culturales de todo tipo (por cierto que no sin la resistencia o el reproche de algunos sectores de una industria cultural afectada por una gravísima crisis).
Desde mayo de 2018, el Museo Nacional del Prado, una de las más importantes pinacotecas del orbe, viene publicando en su página de Instagram comentarios en video de las obras expuestas en sus salas. Este museo madrileño, aunque cerró sus puertas al público desde el pasado 12 de marzo, continúa transmitiendo los videos directos de lunes a viernes por la mañana. De entre las últimas sesiones, son particularmente recomendables las dedicadas a la colección de esculturas arcaicas griegas y a tres de las pinturas más emblemáticas de las que alberga: Las hilanderas, de Diego Velázquez, El jardín de las delicias, del Bosco y La Anunciación, de Fra Angelico (que se exhibe desde hace unos meses tras ser sometida a un espectacular proceso de restauración). Otros museos de importancia internacional que han abierto sus colecciones a visitas en línea son el Musée du Louvre, el British Museum en Londres, el Metropolitan Museum of Art en Nueva York, la Galleria degli Uffizi en Florencia y el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México.
La Filarmónica de Berlín, una de las orquestas sinfónicas de mayor prestigio, que no dejó de tocar ni siquiera mientras las fuerzas aéreas aliadas bombardeaban la capital del Tercer Reich en 1944 –ocasión en que Herbert von Karajan dirigió un concierto integral de las sinfonías beethovenianas– ha cerrado hasta el próximo 19 de abril las puertas de su sede del distrito berlinés del Tiergarten. No obstante, bajo el lema “La Filarmónica está cerrada, así que llegamos a ti”, pone a disposición más de seiscientos conciertos de forma gratuita a través de su plataforma Digital Concert Hall. Además, ofrece documentales, entrevistas a intérpretes y compositores, y otros materiales relacionados con la opulenta historia musical de la orquesta berlinesa. Entre esos conciertos disponibles, se encuentran el estreno del maestro ruso Kirill Petrenko como director de la Philarmonie en 2019 –quien sustituyó en esta posición al inglés Sir Simon Rattle–, dirigiendo la Novena sinfonía de Beethoven, así como una grabación histórica de Von Karajan al frente de la Sinfonía del Nuevo Mundo, del compositor romántico checo Anton Dvořák, entre muchísimas otras ofertas musicales de gran interés y calidad artística. También, la mítica compañía discográfica Deutsche Grammophon brinda una ocasión interesante para ponerse al día con los pianistas más sobresalientes de la escena actual, que han participado, desde sus hogares, en un festival que conmemora el día internacional del piano.
En lo que a ópera se refiere, probablemente la oferta más atractiva sea la programación ofrecida vía streaming por la Metropolitan Opera House de Nueva York, que cada noche transmite una obra distinta de las que se han representado en el monumental auditorio del Lincoln Center. Esta semana, el Met pondrá a disposición de los oyentes tres grandes clásicos de la ópera italiana del siglo XIX: El barbero de Sevilla, de Gioachino Rossini, la Norma, de Vincenzo Bellini, y el Don Carlo, de Giuseppe Verdi. También, transmitirá una curiosa obra maestra de la producción operística norteamericana del siglo XX, Nixon en China (1987), de John Adams, una ópera minimalista en dos actos inspirada en la visita de Estado que el presidente estadounidense Richard Nixon hizo a la China de Mao Zedong en 1972.
Otras casas de ópera que también ofrecen transmisión gratuita de sus producciones son la Ópera de París, La Monnaie de Bruselas, la Ópera Estatal de Viena, el Teatro Real de Madrid y el Teatro Colón de Buenos Aires.
Los aficionados al rock deberán estar atentos a los conciertos que estará emitiendo el legendario grupo Metallica todos los lunes a través de sus canales de YouTube y Facebook, bajo la etiqueta #MetallicaMondays, en sustitución de la gira que tenían planificada para este mes, y que han recorrido para otoño de este año. Los amantes del musical tendrán una ocasión privilegiada de disfrutar de algunos de los clásicos de este género en la plataforma BroadwayHD, que ha liberado (por un período limitado de siete días: atención) títulos de la celebridad de The King and I, Cats y Oklahoma!. El prestigioso canal de televisión francoalemán Arte, por su parte, ha tenido la interesante iniciativa de transmitir espectáculos de cabaret, especialmente grabados, como parte del evento #UnitedWeStream en los clubes más relevantes de Berlín, que debieron cerrar sus puertas al público.
Además de los mencionados, cabe agregar que, en lo que se ha convertido una oleada de apoyo ante la situación de aislamiento que rige el mundo hoy, una serie de cantantes, exponentes de disímiles géneros, ha brindado conciertos virtuales. Tal es el caso, entre muchos otros, de Chris Martin, vocalista de Coldplay, las populares estadounidenses Pink y Miley Cyrus, o los latinoamericanos Jorge Drexler, Fito Páez, Juanes y Pedro Aznar. Entre los cubanos que se han sumado a la iniciativa, destaca el multipremiado jazzista Chucho Valdés, quien cada semana ha estado transmitiendo miniconciertos desde la Florida a través de su cuenta oficial en Facebook.
Estas propuestas, que ponen al alcance de un clic algunos de los hitos culturales de la humanidad y varias de las voces más populares de la música contemporánea, indudablemente pueden contribuir a hacer el confinamiento obligado de estos días más leve.
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